EDUARD POEPPIG (1798-1868)
"Reise in Chile, Peru und auf dem Amazonenstrome, während der Jahre 1827-1832"
"Unterwegs in den Anden von Antuco (1828)"
"Wenn ein kurzes Gewitter den Vulkan mit neuem, reinem Schnee belegt hat, und eben die Zeit des Vollmonds eingetreten ist, mag man an des Kegels Seiten ein vierfaches Licht im wunderbarsten Spiele beobachten. Während der noch tief verborgene Mond die Umrisse des beschneiten Gipfels scharf abzeichnet, auf der äussersten Spitze noch ein paar Strahlen des letzten Abendrotes spielen, steigt feierlich der ruhige Glanz aus dem Innern des Berges in die Höhe, und die Laven glühen rot auf der unerleuchteten Westseite. Wenn aber gleichzeitig leichte Wolken über die Spitze ziehen, entwickelt sich ein Schauspiel, das Niemand je mit Worten zu beschreiben unternehmen möge, und das den grössten aller Maler zur Verzweiflung bringen müsste, denn was irgend das Licht des Mondes, des wiederglänzenden Schnees, des vulkanischen Feuers und der Abendsonne einzeln Grossartiges hervorzubringen vermögen, vereinigt sich hier zu einem Ganzes."
Eduard Poeppig, Mediziner und Botaniker. Professor an der Universität zu Leipzig. 1828 forschte er 6 Monate in Antuco, Chile.
"Viaje a Chile, Perú y a las corrientes del Amazonas, durante los anos 1827-1832"
"Viaje a los Andes de Antuco (1828)"
"Cuando una breve tempestad eléctrica cubre el volcán con la nieve nueva y pura y ha comenzado la época del plenilunio, se puede observar en los flancos del cono, un maravilloso juego de cuatro colores. Mientras la luna, oculta aún muy abajo, destaca nitidamente los contornos de la cima nevada, y todavía se reflejan los últimos arreboles en la cumbre más alta, se eleva solemnemente el tranquilo brillo desde el interior del cerro, y las lavas ostentan su candente rojo sobre el flanco occidental no iluminado. Si ahora aparecen simultáneamente algunas ténues nubes sobre la cumbre, se desarrolla un espectáculo que jamás nadie será capaz de describir en palabras y que sería la desesperación del más grande de los pintores, pues todo el encanto que de por sí son capaces de producir la luz de la luna, los reflejos de la nieve, el fuego volcánico y los últimos rayos solares, está reunido aquí en un sólo conjunto."
Eduard Poeppig, médico y botánico. Profesor de la Universidad de Leipzig. Hizo investigaciones y vivió en Antuco, Chile durante 6 meses, en 1828.